Desde Precision Planting venimos investigando en Argentina desde hace varios años aquellos factores “robadores de rinde”, es decir, cómo las distintas variables que intervienen en la siembra nos van reduciendo el máximo potencial de rendimiento que podríamos lograr en cada uno de los lotes.
El factor más importante que debemos controlar al momento de la siembra para evitar pérdidas de rendimiento es lograr una emergencia rápida y uniforme, es decir que todas las plantas crezcan y se desarrollen al mismo tiempo. Los problemas de emergencia incluso tienen más impacto que los de singulación (fallas y dobles) o incorrecto espaciamiento.
La emergencia está afectada por características propias de la semilla como el vigor de la misma, las condiciones de humedad y temperatura donde serán colocadas, el nivel de residuo dentro del surco y la densidad del suelo alrededor de la semilla.
¿De qué estamos hablando cuando decimos que debemos manejar la densidad del suelo alrededor de la semilla?
Muchos pensarán en la compactación generada por el tránsito de maquinarias y cómo poder limitarla, otros en implementar algún sistema de labranza o cultivos de cobertura para reducir la compactación. A muy pocos se les ocurrió pensar que en la siembra estamos modificando la densidad del suelo donde se desarrollarán nuestros cultivos y que este manejo tendrá impacto en el rendimiento de los mismos. Las partes mecánicas de la sembradora, principalmente las ruedas limitadoras de profundidad, los sistemas afirmadores y de tapado estarán jugando un rol importante sobre la densidad del suelo.
La relación ideal para lograr una óptima germinación, crecimiento radicular y actividad microbiana es del 50% de partículas sólidas (material mineral más materia orgánica) y 50% de espacio poroso repartido entre aire y agua.
Además del impacto generado por la sembradora, la densidad del suelo es extremadamente variable dentro del lote, varía metro a metro de acuerdo con la historia de ese suelo y al manejo realizado. Algo muy variable, se hace complejo de manejar. Nuestro desafío es poder lograrlo, para esto primero necesitamos poder VER esta densidad, segundo ENTENDER cómo ésta afecta al cultivo y tercero poder MANEJARLA desde la cabina del tractor de manera simple.
Para poder VER esta densidad de suelo, Precision Planting ha desarrollado un sensor simple pero muy innovador, llamado CELDA DE CARGA. La misma es similar a una balanza, se instala en el sistema de control de profundidad del cuerpo de siembra y es capaz de medir la fuerza resultante entre el peso del cuerpo (fijo, no lo podemos modificar), más la carga aplicada sobre el sistema actuador (resorte, pulmón, cilindro) y la resistencia que nos genera el suelo sobre los dobles discos generadores del surco. La celda de carga mide a una frecuencia de 200 veces por segundo (tiempo real).